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Uno de los debates más grandes que ha existido es sin duda el de la ducha o la bañera. De hecho todavía hoy muchas personas chocan sobre la efectividad o no de la ducha y la bañera al tratar de averiguar cuál es la mejor opción. Sabemos con certeza que la función es la misma, pero las características y pros y contras de las dos opciones son muy diferentes entre sí. Vayamos a verlos ahora en detalle.

1. Plato de ducha ventajas

Empecemos con la ducha, y en particular con sus ventajas; En primer lugar es mucho más seguro, entrar en la ducha es mucho más sencillo y natural que entrar en la bañera y esto es un plus especialmente para las personas mayores o para las que sufren problemas de movilidad. Y sobre todo también permite mucha más movilidad.
Otra gran ventaja de la ducha es el ahorro, ahorrando no solo tiempo, porque es mucho más rápido que un baño, y esto es muy importante, sobre todo en sociedades apresuradas y frenéticas como la que vivimos, sino también un ahorro económico debido. al hecho de que la bañera debe llenarse todos los días con mucha agua mientras está en la ducha si consume menos. Otra gran ventaja es la modernidad que la ducha da a nuestro baño, existen muchos tipos y modelos de ducha, con pivote, en línea, deslizantes, puertas de ducha etc.

2. Plato de ducha inconvenientes

Sin embargo, la ducha también tiene muchos defectos e inconvenientes así como muchas ventajas, una de estas desventajas es el hecho de que ciertamente es menos relajante que un baño caliente con sales de baño en la bañera, la ducha de hecho en lugar de comodidad y relajación. tiene eficacia y rapidez.
Otro inconveniente, muy malo, es que para la instalación de la ducha se requiere un proceso que implica la modificación del propio baño, el precio depende de los materiales y del tamaño pero en general se tarda de 24 a 48 horas. para la instalación, horas en las que evidentemente no se puede utilizar el baño.

Vamos ahora a ver los pros y los contras de la bañera.

 

mamparas de ducha huppe

 

3. Bañera ventajas

Antes que nada hay que decir que la bañera es un símbolo de elegancia y clasicismo, es un mueble muy bonito que de inmediato cae a la vista y puede considerarse un símbolo de distinción en tu baño. Existen las bañeras empotradas contra la pared de toda la vida y también bañeras de cuatro patas al más estilo romano, en una de las últimas tendencias del mercado en este sentido que gusta especialmente a los consumidores.
Otra gran ventaja es que resulta muy cómodo para niños y bebés, y sin duda es la opción más recomendable para bañarlos, sobre todo para los padres, que permiten una mayor movilidad y sencillez.
Al igual que entre las desventajas de la ducha estaban los baños relajantes, ese inconveniente se convierte en una ventaja muy a favor de la bañera. De hecho, tomar un baño, especialmente después de un largo día de trabajo, es siempre muy relajante.
Además si tienes cualquier tipo de lesión o problema muscular, la bañera con el agua caliente te ayuda a una mejor circulación y una recuperación más eficaz.

4. Bañera inconvenientes

La bañera, sin embargo, además de ser bonita, cómoda y relajante, también tiene inconvenientes que explicaremos a continuación.
La primera desventaja es sin duda el hecho de que, si por un lado es muy cómodo para los niños, por otro lado es muy incómodo para los ancianos, de hecho entrar en la bañera para una persona mayor no solo es difícil, porque tiene que trepar por el borde, pero también peligroso porque correría el riesgo de caer. A simple vista se observa que una bañera ocupa más espacio que un plato de ducha y eso en un baño pequeño es un gran inconveniente ya que limita las opciones para otros accesorios y para un terreno hábil en la estancia.
Por último el gasto de agua es considerable y apenas se ahorra agua.
Está comprobado que en una bañera se gastan 230 litros para llenarla y para que la ducha se aproxime a esas cifras tendrías que utilizarla durante más de quince minutos.
La bañera requiere una limpieza profunda y habitual ya que puede ser un foco de gérmenes y bacterias.
Es necesario desinfectarlas con frecuencia al ser corriente y habitual que los microbios se alojen en la superficie.
Las formas para hacerlo van desde el detergente o limpiabaños, a jabón neutro con agua tibia, agua, lejía y detergente, ácido cítrico o la mezcla de vinagre y bicarbonato o vinagre y sal.